Terapia visual
La terapia visual es una parte del cuidado optométrico que se ocupa de desarrollar, mejorar e intensificar las capacidades visuales de las personas. Está indicada para todas aquellas personas (niños, jóvenes o adultos) que sufran alguna disfunción visual que con una prescripción óptica no se haya podido solucionar y para quienes presenten sintomatología asociada a cualquier tarea visual que les provoque bajo rendimiento escolar o laboral. Es una medida activa para complementar o sustituir otras medidas pasivas como la prescripción de gafas o lentes de contacto. En muchas ocasiones y según el tipo de problema es, además, la única opción de tratamiento.
Consiste en un programa de tratamiento totalmente individualizado y personalizado que se divide en sesiones de unos 40 – 50 minutos compuestas de ejercicios diseñados para modificar distintos aspectos de la función visual.
La frecuencia y el horario de estas sesiones se planifican con el paciente, siendo lo más común acudir 1 o 2 veces por semana a Optika Acústica EDER. Además, en algunos casos es frecuente que se le manden al paciente ciertos ejercicios para realizar en casa para complementar la terapia. La duración del tratamiento depende en gran medida del tipo de problema al que nos enfrentemos así como de la evolución y colaboración del paciente.
Niños
Con la ayuda de la terapia visual podemos ayudar a niños con problemas visuales o de aprendizaje, enseñándoles cómo tienen que ver o percibir, ayudándoles a desarrollar ciertas habilidades visuales que no se desarrollaron correctamente en su momento.
Podemos estimular su visión para eliminar esas estrategias que han desarrollado para suplir sus carencias, cambiándolas por esquemas correctos que le valgan para toda su vida. Mejorando estas habilidades visuales y perceptuales, el niño notará que le cuesta menos esfuerzo aprender y su comportamiento general, tanto en casa como en el colegio mejorará, a la vez que su autoestima.
Cuanto más instaurados estén los patrones de adaptación que el niño haya desarrollado, más complicado será romperlos y crear nuevos patrones correctos; por eso es muy importante la detección precoz. Además hasta los 8 años es cuando el sistemas visual del niño es más plástico y, por lo tanto, más modificable hacia unos patrones correctos.
Algunas de las áreas en las que se puede trabajar en niños mediante la terapia visual son:
- Problemas de aprendizaje o fracaso escolar
- Estrabismos
- Ambliopías (ojos vagos)
- Problemas acomodativos
- Problemas vergenciales (coordinación de los ejes visuales de ambos ojos)
- Problemas de motilidad ocular
Adultos
Aunque hemos dicho que la mejor etapa para modificar una conducta visual errónea es hasta los 8 años, esto no quiere decir que un problema visual no tenga solución si se trata más tarde. El sistema visual de cada persona es un mundo y la flexibilidad del mismo puede variar mucho de un individuo a otro, pero, aunque el tratamiento sea más lento y en algunos casos menos eficaz, se pueden conseguir mejoras notables en cuanto a comfort visual y disminución de sintomatología.
Algunas de las áreas en las que se puede trabajar en adultos mediante la terapia visual son:
- Problemas de rendimiento laboral o académico
- Estrés visual por tareas cercanas (ordenador, documentos, etc.)
- Problemas acomodativos
- Problemas vergenciales (coordinación de los ejes visuales de ambos ojos)
- Síndrome Visual Informático
- Problemas visuales consecuencia de una alteración neurológica o traumas cerebrales